Hoy quiero explicarte los 7 Hábitos para tener amor propio y ser feliz que utilizo cada día.
¿Cuál es la Raíz de este problema?
En la sociedad, pensamos que el problema está fuera, pero realmente es algo que debemos resolver dentro. Estamos viviendo una auténtica pandemia de «falta de amor propio», el problema grave es que la mayoría de personas no somos conscientes de esa falta en nuestra vida.
Si te paras a analizar decisiones de tu pasado, comidas que has hecho, cómo las has hecho y planes que has aceptado a última hora, verás que muchos de ellos son «parches» que tapan heridas de nuestro interior. ¿No sabes estar sólo una tarde? ¿El estrés del trabajo te da ansiedad y no te paras ni a observar la comida que tienes delante?
Otro gran problema es que necesitamos que esa sensación de estar orgullosos de nosotros mismos y felices, nos la dé el exterior. Esa chica que te gusta diciéndote lo guapo que estás hoy o cuando tu colega te ríe la anécdota que le has contado de lo que hiciste el otro día… Son en esos momentos donde te sientes grande y radiante por esa validación que acabamos de encontrar en el exterior. En cierta manera es como que no sabemos apreciar el valor que tenemos cada uno de nosotros. Hacemos 2 cosas mal: la primera es idealizar lo que no conocemos pensando que hacen todo bien y que tú eres la persona que tiene que mejorar para poder alcanzarlos. Y la segunda es que infravaloramos mucho lo que hacemos, cómo somos y cómo hacemos sentir a los demás.
Esa validación debemos buscarla dentro, no fuera. Debes ser consciente de tu valor todo el tiempo, no sólo cuando te lo recuerdan desde fuera y eso es precisamente lo que voy a intentar conseguir con este artículo.
¿Cuál es mi definición de felicidad?
En primer lugar, la persona que os habla ha sido y es en la actualidad, una víctima de esta validación externa. Cada día me veo en situaciones en las que me siento muy pequeño cuando nadie está mirando pero luego por un like en instagram, un comentario o simplemente una conversación con un familiar en la que le cuentas las cosas que estás haciendo en tu vida, me siento imparable y especial. Es un músculo, se entrena. La confianza en uno mismo se gana mejorando tu relación contigo mismo. No quiero decir que debamos mentirnos sobre nuestra realidad, si estamos siendo vagos, no estamos cumpliendo nuestras obligaciones o debemos cambiar ya nuestro círculo de amigos, debemos decírnoslo claramente a nosotros mismos. Si no te dices a ti mismo la verdad, no esperes que tu entorno lo haga por ti.
¿Qué es la felicidad para mí? Para mí la felicidad no es “hacer nada y relajarse”. La felicidad es algo que llega a ti cuando no la buscas y haces lo correcto (tu propósito, eres útil) La cagada de la sociedad está en centrar tu felicidad en lo material. Otra vez, estarás reflejando tus inseguridades en algo externo, que te de esa validación que tanto te gusta.
Vamos ahora ya con esos «7 Hábitos diarios»:
1. Trabajo las 4 áreas de tu vida, sino la rueda no gira:
- Salud: Hay una situación que me pasa día a día antes de ir a entrenar, especialmente los días que tengo que entrenar pierna. Antes de ir siempre mi cerebro me lanza mensajes cómo: «no vayas» «no pasa nada si hoy no lo haces, ya lo harás mañana», «vas a ser más feliz aquí descansando» y la lista sigue y sigue. Sin embargo, el 100% de las veces, cuando termino un entrenamiento de pierna, lo que siento es una felicidad inmensa. Me siento orgulloso de mí mismo y eso es incomparable.
En ese momento podrían decirme la peor de las críticas, pero no va a afectarme porque el amor propio que tengo en ese momento por cumplir esa tarea que me había propuesto, es inmenso.
Haz deporte, ponte objetivos físicos, lucha y trabaja por verte y sentirte bien. No caigas en “felicidades corto-placistas de comer mal y malos hábitos”. Empieza a plantearte qué haces en tu día a día y cómo puedes mejorarlo. Planifica mejor tus días para que te cueste menos ir a entrenar, hazte comidas más ricas que sigan siendo igual de sanas, intenta caminar más (siempre te hará sentir mejor), aprovecha el Sol que es gratis y te va a hacer sentir muy bien. - Relaciones: Tu tiempo es lo más valioso, no puedes regalárselo a cualquier persona. Para que entiendas la magnitud de lo que intento explicarte, imagina que vas a un restaurante, la comida no te gusta, te tratan mal los camareros y encima ese postre que te apetecía lo traen tarde y por debajo de tus expectativas…
Llega la cuenta y cuesta 100€ por cabeza cuando tú solo pensabas que gastarías 20. ¿Cómo te haría sentir eso? Frustrado, mal… ¿Verdad?
Pues el dinero puedes recuperarlo, lo que no puedes recuperar es el tiempo y estamos constantemente regalándolo por vivir arrastrados por el río en vez de tomar control y decidir a qué y a quién dedicar cada minuto. Más adelante te contaré cómo poner solución a esto, pero te adelanto que la clave está en planificar con antelación tus días para que tus días no sean «planificados» por distracciones o planes imprevistos de otras personas. Primero vas tú y luego lo demás.
- Propósito: Haz lo que tengas que hacer ese dia para avanzar, no pienses en el qué dirán, intenta ser lo más útil que puedas en tu área de control/influencia.
¿No sabes cuál es tu propósito? Lo primero no te agobies porque la gran mayoría de personas viven y mueren sin saber realmente lo que les gusta hacer en la vida y sin saber por qué han venido realmente a este mundo.
Encontrar tu pasión y propósito es un proyecto en sí mismo, debemos dedicarle tiempo y energía, no va a caer del cielo. Deberás dejarle espacio a la vida para que florezca. Sal de tu zona de confort, deja que entren estímulos que te hagan ver varias realidades, descarta, poco a poco ves definiendo tu camino y cada día estarás más cerca.
No hay nada que de más felicidad ni satisfacción interna que echarte a dormir sabiendo que independientemente de lo exitoso o fracasado que seas en ese momento, estás en el camino y estás avanzando.
- Espiritualidad/Mente: Probablemente, la asignatura más olvidada de todas. Somos animales con capacidad de cuestionarnos las cosas y sin embargo no permitimos ni un sólo hueco en el día para que tu mente haga simplemente aquello para lo que ha sido creada, que es pensar y reflexionar.
Se ha demonizado el «aburrimiento», pero sin aburrimiento no hay silencio mental, no hay reflexión y como consecuencia de ello, no hay cambio. Hábitos que yo utilizo para estimular esto son: pasear sólo, ser consciente del presente durante el día siempre que me acuerdo y escribir en un papel cómo te sientes.
2. Ser útil para la sociedad:
Ayuda en lo pequeño y en lo máximo. Esfuérzate en ser tu mejor versión para el mundo, desde tu familia en casa recogiendo los platos, dándole un abrazo a tus padres o por ejemplo en el transporte público dejándole tu sitio a una persona desconocida que pueda necesitarlo más.
A simple vista, parece que las cosas del corto plazo son más atractivas y te van a llevar a esa felicidad que buscas (comida basura, malos hábitos, vicios, descansar en el sofá, no salir de tu zona de confort para hacer un viaje, conocer gente nueva, etc) pero realmente cuando vives conectado con tu propósito, con esa idea de ser útil y pensar que has venido a este mundo a servir, todo lo demás verás como pasa a un segundo plano, porque quitas tu EGO del medio, de la ecuación. Quitas tu necesidad de demostrar y te centras en el amor y en dar a los demás.
3. Nunca pierdas la rutina, planifica con antelación lo que vas a hacer ese día:
Mucha gente se distrae con “parches” como ver redes sociales, decirle a tu vecino de tomar algo o encender la TV, porque saben que hay cosas que hacer pero no tienen bien definido cómo atacarlo.
Les agobia la soledad porque les recuerda, con esa vocecita interior, las cosas que tienen que mejorar o aquellas cosas que no han resuelto en su vida, que se han quedado con ellos en forma de heridas, complejos e inseguridades.
Un buen hábito es sacar esos pensamientos fugaces de tu cabeza de «tengo que acordarme de hacer esto» o «tengo que juntarme con Matías para planear el próximo evento» y anótalas en algún lado. Yo uso las notas del iphone que con icloud se conectan también a las notas del ordenador y puedo tenerlas siempre a mano. También utilizo Google Keeps para hacer listas de diferentes temas con cosas a hacer o investigar.
Si no planeas o piensas con antelación a qué quieres dedicar tu tiempo, sólo va a ocurrir una cosa: Le vas a dar un problema a tu cerebro por resolver el día siguiente, se abrumará porque no sabrá por donde empezar y comenzará a utilizar esos «parches» de los que hablábamos antes. Una agenda online, física o una simple lista de cosas que quieres hacer por áreas de tu vida, te hará sentirte mucho más preparado y con las cosas más claras. Además podrás poner por encima tus valores de cómo quieres vivir tu vida y poder destinar ciertas partes de tu tiempo a aquello que para ti sea importante (deporte, familia, leer, pintar, bailar, dibujar, pasar tiempo contigo mismo…)
4. Abrazar la soledad y trabajarla cada día:
Es el entrenamiento más rentable que puedes hacer. Aprender a estar sólo. A mí me gusta trabajar en mi soledad a menudo. Muchas veces cuando estoy trabajando y me siento cansado, no descanso mirando el móvil un momento, me levanto me tumbo en la cama o en el sofá sin ningún estímulo y me quedo con mis pensamientos intentando agradecer ese silencio o el pequeño sonido de mi alrededor.
Me gusta mucho caminar, escuchar música, ver el atardecer, hacer deporte… Lo bueno de esto es que probablemente la mayoría de cosas que te hacen feliz puedes hacerlas solo. Esto no quiere decir que sea mejor que con gente, el ser humano es un ser social, pero no quita a que tú no puedas disfrutarlas estando contigo mismo, conociéndote mejor.
Esto se asemeja a una relación con cualquier otra persona. ¿A que cuando pasa mucho tiempo desde la última vez que viste a una persona cuesta tener la misma confianza que siempre al menos los primeros minutos de la quedada? Es porque se ha enfriado la conversación y no sabes muy bien los puntos actuales que tenéis en común, cómo os sentís o qué problemas estáis afrontando en ese momento. Con la relación con uno mismo pasa exactamente lo mismo, como no dedicamos nada de tiempo en simplemente hacer nada y observarnos por dentro, nuestra relación con nosotros mismos y esa voz interior es muy fría.
Mi experiencia en Nueva York es un ejemplo de ello. Tuve que escucharme, conocerme y mejorar poco a poco, día a día mi relación conmigo mismo. Te dejo en este enlace un link para que puedas descargar mi «diario de nueva york», para ello sólo tendrás que unirte a mi comunidad de mail escribiendo el tuyo.
5. Utilizar herramientas para cambiar tu estado de ánimo:
No siempre vas a despertarte con la mentalidad correcta, con ilusión y con la idea super clara de por qué estás en este mundo un día más.
Hazme caso, ni aunque hayas encontrado tu pasión y vivas de ella, evitas esta situación, es normal, somos humanos. En estos casos lo que suelo utilizar es una charla de desarrollo personal, un buen podcast, incluso una canción con energía que te guste mucho.
Estos simples «hacks» pueden cambiar tu estado de ánimo en cuestión de minutos, pero para ello, debes darte un espacio al silencio, la soledad y la reflexión interna para darnos cuenta de qué algo no está bien dentro y que no tenemos el estado de ánimo correcto ese día. Pregúntate por qué, pregúntate qué puede ser eso que te puede estar agobiando o estresando e intenta solucionarlo (si es que tiene solución, sino no merece la pena sufrir por ello).
Cambia las gafas con las que estás viendo la vida en ese momento y ponte unas nuevas mucho más limpias.
6. Me gusta pensar que la vida es perfecta:
Esto me ayuda a ver cada cosa que tengo delante como algo que “tenía que pasar”.
Me lo tomo como un mensajero de la vida que me quiere decir algo o enseñar algo. ¿Un mal gesto de un amigo que te ha hecho sentir mal? ¿Un cambio repentino de precio en los transportes a un lugar al que tenías pensado ir? ¿De repente el restaurante al que ibas a ir está lleno o la cafetería que te gusta está cerrada? Cualquier persona puede ver todos estos problemas y pensar que la vida es injusta.
La realidad es que la vida es neutra. Somos nosotros y nuestras gafas con las que vemos la vida la que decidimos cómo es. Por eso, como la mayoría de cosas que ocurren a nuestro alrededor están fuera de nuestro control, lo mejor es ver todo como un maestro del que aprender y salir más fuerte que antes.
7. Agradece agradece agradece:
Toma consciencia de que estás vivo. Hay mucha gente que está viva pero no es consciente de que está vivo ¿Qué te parece?
En la comida de hoy por ejemplo: ¿Has sido consciente del alimento que tenías delante, su textura en tu boca, su sabor, su picantez, su temperatura, etc? Cuando has salido a la calle ¿Te has fijado en el día que hace, si hay sol, nubes o ese viento suave que te da en la cara? Son pequeños detalles pero que pueden servirte de entrenamiento para tu agradecimiento y felicidad. Esos pequeños golpes de consciencia te hacen ser mucho más feliz al final del día.
Ejercicio útil: Al acabar el día en tu mesilla, coge un cuaderno de papel y un lápiz/boli y repasa con frases cortas las cosas que has hecho ese día y pregúntate: ¿De qué puedo estar agradecido hoy? Vas a flipar con la de cosas buenas que nos ocurren y de lo maravillosa que es siempre la vida.